Como las setas, las calabazas y las castañas, Dos muertos y pico es una historia típica del otoño, si bien se
puede disfrutar y degustar con sumo placer en cualquier época de año. Pero es
verdad que es un relato muy apropiado para esta estación. De hecho, la historia
comienza justo antes del día de Todos los Santos o Halloween, y es por esta
celebración que a Curro se le ocurrió lo que se le ocurrió y la razón principal
por la que la historia se llena de muertas, esqueletos, y calaveras y… claro,
la razón por la cual don Severo Buitragón, el antiguo director del instituto
del protagonista de la historia, acabó en la cárcel acusado de asesinato. Así
pues, disfrutad de las castañas, de los moniatos y de Dos muertos y pico. ¡Buen provecho!
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